La niebla tóxica que flota por encima de las ciudades es la forma de
contaminación del aire más común y evidente. No obstante, existen
diferentes tipos de contaminación, visibles e invisibles, que
contribuyen al calentamiento global. Por lo general, se considera
contaminación del aire a cualquier sustancia, introducida en la
atmósfera por las personas, que tenga un efecto perjudicial sobre los
seres vivos y el medio ambiente.
El dióxido de carbono, un gas de efecto invernadero, es el contaminante
que está causando en mayor medida el calentamiento de la Tierra. Si
bien todos los seres vivos emiten dióxido de carbono al respirar, éste
se considera por lo general contaminante cuando se asocia con coches,
aviones, centrales eléctricas y otras actividades humanas que requieren
el uso de combustibles fósiles como la gasolina y el gas natural.
Durante los últimos 150 años, estas actividades han enviado a la
atmósfera una cantidad de dióxido de carbono suficiente para aumentar
los niveles de éste por encima de donde habían estado durante cientos de
miles de años.
BIBLIOGRAFIANational Geographic (2013) Recuperado de http://www.nationalgeographic.es/medio-ambiente/calentamiento-global/contaminacion-aire

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